
Cómo el cuidado personal puede hacerte un mejor padre
Los padres también necesitan cuidado personal
Piensa en la última vez que subiste al automóvil con tu hijo. Le ayudaste a tu pequeño a subir al automóvil y al asiento del coche y luego cuidadosamente le abrochaste el cinturón de seguridad — a menos que tu hijo ya alcanzó la etapa de «Yo puedo hacerlo solo». Si es el caso, entonces sólo te aseguras de que se abroche y probablemente finges que estas haciendo algo más cuando arreglas su cinturón de seguridad. Quisiste asegurarte de que el cinturón de seguridad estuviera sujetado firmemente, para mantenerlo seguro de cualquier cosa que pudiera suceder mientras conduces.
Cuando te detienes a pensarlo, tú eres como ese cinturón de seguridad en muchas situaciones: siempre estás allí para proteger a tu hijo. Piensa en todas las cosas que haces para proteger a tu hijo. Lo tomas de la mano en el estacionamiento, intentas evitar que se raspe las rodillas, estás pendiente de los factores de riesgo que podrían llevar al abuso sexual.
A veces puede parecer abrumador mantener a tu hijo a salvo. Ser padre es un trabajo duro. Puede que tengas momentos cuando te preguntes cómo vas a ayudar con todo lo que necesitas hacer. La realidad es que probablemente estás haciendo un gran trabajo, y con todo el esfuerzo que haces para cuidar a tu hijo, es importante para ti también cuidar de ti mismo. Piensa en el cuidado personal como una oportunidad para recargar tus propias baterías para que puedas estar allí para tu hijo. Aquí están algunas cosas que puedes hacer para asegurarte de que te estás cuidando.

Elige a qué te comprometes.

Date un lugar para reflexionar.

Reconoce tus necesidades.
Sé bueno contigo mismo
Joelle Casteix, una experta en la prevención del abuso sexual infantil, dice: «Ser padre es difícil. Ser un buen padre es un proceso difícil y cambiante. Ser un padre perfecto es imposible. Nadie espera que seas perfecto». 1 Date crédito por todas las cosas increíbles que haces cada día para mantener a tu hijo seguro y no tengas miedo de cuidar de ti mismo también.
Referencias:
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