¿Recuerdas lo que era ser un niño? Tómate un minuto para transportarse en el tiempo a cuando tú era un niño e imagina esta situación:

Te sientes solo. No te sientes como en casa. No te sientes muy bien en la escuela. Las cosas están cambiando y parece que no puedes ponerte al día. La vida se siente abrumadora.

Pero luego encuentras un amigo. Es fácil de hablar con este amigo, entiende por lo que estás pasando y te hace reír. Las cosas no parecen tan difíciles, extrañas o abrumadoras con tu nuevo amigo a tu lado. Puedes hacer cualquier cosa.

En la superficie, esto parece una dulce historia sobre una nueva amistad. Desafortunadamente, también es la historia de cómo los perpetradores preparan a los niños para abusar de ellos. Los elogian, se ganan su confianza y, con el tiempo, abusan sexualmente de ellos.

Por qué los niños abusados pueden permanecer en silencio

Muchos niños nunca hablan de su abuso. En algunos casos es porque tienen miedo, pero en otros es porque realmente aman al abusador. Esta persona se interesaba cuando nadie más lo hacía.

Al principio puede parecer difícil entender por qué un niño protegería a un adulto que está abusando sexualmente de ellos, pero tiene más sentido si tú piensas en ese adulto como el mejor amigo del niño. Eso es lo que el perpetrador le ha hecho creer al niño.

¿Qué puedes hacer, como padre o cuidador, para hacer de tu hijo un objetivo más difícil?

Interésate por lo que está pasando en la vida de tu hijo

El divorcio, la muerte, un nuevo hermano, el movimiento o cualquier otro cambio drástico pueden dejar a un niño sintiéndose fuera de control y pasado por alto. Tú podrías sentirte así en algunas de esas situaciones, pero es tu responsabilidad ser el espacio seguro para tu hijo. Asegúrate de que sin importar lo que esté sucediendo, tu hijo pueda hablar contigo al respecto.

Imagínate a ti mismo de niño otra vez. Te sientes solo. Pero cuando vuelves a casa todos los días, te reciben con un abrazo, una sonrisa, unas palabras amables. Tu mamá o papá te pregunta por tu día y realmente quiere escuchar tu respuesta. ¡Cuando hablas de tus problemas, te escuchan!

Ahora cambia tu papel. Sé el padre en esa situación. ¿Cómo te hace sentir eso? ¿Cómo hará sentir a tu hijo eso?

Pasa algún tiempo hoy con el niño en tu vida y asegúrate de que sepa cuánto te importa y que tú estás allí para él cuando lo necesite.

COMPARTE ESTA PUBLICACIÓN

Conviértete en Defensor. Dona Hoy.