No Fuerces el Abrazo: Deja que los niños muestren afecto en sus propios términos
Amanda tenía una cita con el médico, así que llevó a sus dos hijos, Lucas y Mia, a la casa de su madre para que se quedaran unas horas. Cuando los recogió, sus hijos estaban emocionados de contarle sobre todas las cosas divertidas que hicieron. Mientras se despedían, la abuela dijo: «¡Me encanta que vengan! Demen un abrazo antes de irse». Lucas se dirigió muy contento a la abuela y le dio un gran abrazo. Mia se quedó atrás. La abuela dijo, «Vamos, Mia. No quiero perderme mi abrazo».
¿Cómo debería responder Amanda?
Preguntas a tener en cuenta
Dedica algún tiempo a pensar en cómo responderías en esta situación. Habla de tus respuestas con un compañero, un compañero en la crianza o un amigo de confianza.
Si fueras el padre o la madre de Mia, ¿qué dirías? ¿Qué le dirías a la abuela?
Si haces que Mia abrace a la abuela, ¿qué podría aprender Mia de esta situación?
Si no haces que Mia abrace a la abuela, ¿cómo podría afectar la situación?
¿Cómo puedes empoderar a Mia pero hacer que la abuela se sienta amada y apreciada?
Estos son algunos consejos
Tener una Conversación
Dedica algún tiempo para tener una conversación con tus hijos acerca de cómo prefieren mostrar afecto. Estas son algunas preguntas que podrías hacer.
¿Cómo te gusta demostrar a la gente de nuestra familia que los amas?
¿Alguna vez te has sentido incómodo interactuando con nuestra familia y amigos?
¿Qué puedo hacer para que te sientas seguro y cómodo cuando estamos cerca de otras personas?
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